Necesidades básicas de las plantas de acuario
Las plantas son organismos autótrofos, lo que quiere decir que son capaces de fabricar por sí mismos su propio alimento. Para ello necesitan ciertos elementos como el carbono, el hidrógeno, el oxígeno, el nitrógeno, el fósforo, el potasio así como también de ciertos oligoelementos, denominados así debido a que las necesidades de ellos son en mucha menor cantidad que los anteriores. Entre los oligoelementos se pueden mencionar el hierro, el magnesio, el manganeso, el calcio o el cloro, entre otros muchos.
Las plantas obtienen el carbono mayoritariamente a través del dióxido de carbono (CO2), mientras que el hidrógeno proviene del agua (H2O). El oxígeno se obtiene a partir de estas dos moléculas o bien directamente como O2. Por su parte, el fósforo se obtiene principalmente a través de los fosfatos, mientras que el nitrógeno mayoritariamente de los nitratos y el potasio directamente como ión. Estos seis elementos son los que son necesarios en mayor cantidad para que las plantas puedan desarrollarse, mientras que los restantes son necesarios en cantidades ínfimas (aunque sigan siendo imprescindibles). A estos elementos hay que sumarles la luz como fuente de energía, que posibilita que estos elementos simples acaben dando lugar a compuestos orgánicos a través de la fotosíntesis.
En conjunto las necesidades de las plantas de acuario así como la disponibilidad de estos elementos se pueden resumir en:
CO2: no siempre está disponible directamente en la cantidad necesaria ya que por una parte las plantas lo absorben, hay intercambio gaseoso entre el agua y el aire y en presencia de elementos calcáreos tiende a formar carbonatos que sin embargo sí son aprovechables por algunas plantas procedentes de aguas duras.
Agua: no cabe pensar en su carencia en el acuario.
O2: solo es necesario propiamente para las plantas durante la noche cuando solo tiene lugar la respiración y no la fotosíntesis. Sería raro encontrar su carencia, pero hay que tener en cuenta que en un acuario con poco intercambio gaseoso (con por ejemplo la superficie excesivamente cubierta por plantas flotantes) durante la noche las plantas sumergidas entran en competencia con los peces por lo que estos sí que podrían padecer de su falta. Tiene sin embargo un papel importante en la química del acuario.
Fosfatos: En el acuario, a no ser que haya una plantación muy densa y muy pocos peces mantenidos con una alimentación muy medida, no suelen ser escasos si no más bien tienden a acumularse en exceso si no se realizan los pertinentes cambios de agua.
Texto: Sergio Abellán. Fotos: Àngel Cánovas
(Lea el artículo completo en el Número 6 de la revista Rio Negro)