Moluscos de agua dulce en el acuario plantado
Desde siempre, se ha considerado la introducción de moluscos, concretamente caracoles, en acuarios plantado algo completamente contraproducente. Y lo cierto es que en gran medida, con mucha razón. Las especies de moluscos gasterópodos que tradicionalmente se venían manteniendo en nuestros acuarios, como las pertenecientes al género Pomacea, tienden a comer las plantaciones de nuestro acuario. Si bien, hay especies mas propensas a comer las plantas, hay otras que sólo lo hacen cuando no tienen otro alimento disponible.
Esta tendencia era más acusada si cabe cuando se habla de ‘Acuario Holandés’, donde primaban las plantas ante cualquier otro tipo de vida que se introdujera en el acuario.
Hoy en día, conocemos y mantenemos muchas más especies de caracoles y otros invertebrados que enriquecen el ecosistema de nuestros tanques y hacen más interesantes y bellas nuestras plantaciones subacuáticas. También conocemos mucho más el comportamiento y las costumbres de las especies y podemos ser más responsables a la hora de poblar un acuario plantado.
¿Porqué deberíamos introducir moluscos en nuestros acuarios plantados?
Hace ya más de una década, el trabajo del maestro Takashi Amano, comenzó a popularizarse en Europa, y el concepto de ‘Acuario Natural’ comenzó a echar raíces entre los aficionados europeos y norteamericanos.
Uno de los principales problemas a combatir en los acuarios plantados es la aparición inevitable de algas de diversas especies. Prácticamente podemos decir que el control de algas se puede dividir en dos modalidades; la primera, el control y dominio de la química del agua y el abonado y una segunda forma, mediante la introducción de especies tanto de invertebrados como de peces, que controlen el crecimiento de estas.
En realidad ambos sistemas tiene sus pros y contras, pues el control del abonado y los parámetros del agua, llega a ser bastante tedioso y requiere de mucho tiempo y dedicación. Y la introducción de especies como método de control puede llegar a ser contraproducente para otros aspectos del acuario.
La experiencia dice, que la mejor solución es un equilibro entre ambas formas de actuar.
Autor: Txema Romero
(lea el artículo completo en el Número 4 de la revista Rio Negro)