Cobítidos (Segunda parte)
Tras la introducción, en el capítulo anterior, del grupo de lo que en acuariofilia se conoce en su acepción más amplia como Cobítidos, nos queda repasar en esta segunda parte una serie de especies de botia de las que podemos decir, exceptuando las dos primeras, que no son precisamente ni adecuadas para acuarios comunitarios ni tampoco para acuaristas noveles o con poca experiencia. Básicamente el tamaño y/o la mala ostia que gastan hacen de ellas unas especies de acuario realmente singulares.
Chromobotia macracanthus o botia payaso
Pez que puede alcanzar un considerable tamaño, hasta unos 40 cm. de longitud en estado salvaje, aunque en acuario siempre permanece más pequeña. Es oriundo de las cuencas fluviales de Borneo y Sumatra (Indonesia). Es la Botia más conocida y también una de las más hermosas. Se trata de una especie robusta y pacífica, aunque algo tímida, dependiendo del tamaño. Es gregaria por naturaleza, debiendo mantenerse en pequeños grupos de al menos 6 ejemplares con lo que se consigue que sea más vivaz. Algunos individuos se vuelven agresivos y pendencieros con la edad, controlando pequeños refugios o territorios en solitario o en pareja. Son robustas y presentan una longevidad cercana a los 25 años. Habita la zona baja y media del acuario, asociado al substrato y tiene una actividad excavadora, sobre todo en horas crepusculares y nocturnas, aunque no es tan tímida como otras lochas. Puede adquirir la costumbre de recostarse lateralmente sobre el substrato y de enterrarse en éste al igual que a nadar de forma invertida en el interior de las cavidades.
Requiere de un acuario de 300-400 litros, con potente y buena filtración y aireación, substrato de grava oscura, abundante vegetación (aunque en ocasiones atacan las plantas del acuario) y numerosos escondrijos a base de cáscaras de coco, cañas de bambú, piedras y raíces. Luz no muy intensa y una buena cubierta, ya que esta especie es buena saltadora. Los parámetros entre los que debe oscilar la temperatura, la dureza y el pH respectivamente son: 22-32ºC, 5-10º dGH y 5,5-7,9. Es aconsejable realizar cambios parciales de agua a razón de un 50% semanal. Es apta para el acuario comunitario junto a especies pacíficas y activas (p.ej.: grandes danios y rasboras).
Se trata de una especie omnívora, aunque va tornándose carnívora con la edad. Toma todo tipo de alimento: vivo, congelado, escamas y granulados, liofilizado y preparados caseros de pescado y/o corazón de ternera. Además, es conveniente suministrarle regularmente alimento vegetal como espinacas y lechuga escaldadas. Al tratarse de una especie crepuscular es preferible suministrar la comida al atardecer, antes de apagar la luz del acuario. Tiene la virtud de acabar con las plagas de caracoles del acuario.
Texto: Àngel Cánovas & Miles P. Hour, Fotos: Àngel Cánovas
(Lea el artículo completo en el Número 6 de la revista Rio Negro)