Cobítidos (Primera parte)
Cuando en acuariofilia nos referimos a Cobítidos, en realidad nos referimos a aquellas especies que se encuentran clasificadas zoológicamente en el suborden Cobitoidei. Se trata de pequeñas especies de peces con una especial querencia por el substrato (se denominan bentónicos) originarios de Eurasia y con dos únicas especies en África (Marruecos y Etiopía). Curiosamente presentan dos récords Guinness en cuanto a distribución en Asia: son los peces que pueden encontrarse a mayor altitud (5200 m en fuentes termales del lago Lungmu, en el Tíbet) y también son los peces que pueden encontrarse a menor altitud (en las ciénagas del oasis Lükqün, 50 metros por debajo del nivel del mar en la depresión de Turpan, en China).
Su nombre deriva del género Cobitis, establecido por Linneo en 1758 pero su origen se remonta a la Grecia antigua y los tratados aristotélicos donde el nombre significa “como un gobio” y hace referencia a todos aquellos peces pequeños que se enterraban en el substrato.
En la actualidad el suborden Cobitoidei contiene 1065 especies válidas repartidas en 112 géneros. Se cree además que hay más de 100 especies no descritas que tendrán su descripción formal en los próximos años. Sin embargo, estas grandes cifras no deben asustarnos, ya que no llegan al centenar las especies de Cobítidos que se comercializan de forma regular por el mundo.
Para hacernos una idea general repasaremos brevemente las familias de Cobítidos que mantenemos en nuestros acuarios. Tenemos la familia Gyrinocheilidae, cuyo representante más conocido es el chupa algas (Gyrinocheilus aymonieri), la familia Cobitidae propiamente dicha, en la que destacan peces de acuario como la locha cara de caballo (Acantopsis dialuzona), las omnipresentes Cobitis taenia, Lepidocephalichthys thermalis y Misgurnus anguillicaudatus, o los variados culis (Pangio oblonga, Pangio semicincta y Pangio shelfordii). También es acuarísticamente importante la familia Balitoridae, con especies como Balitora burmanica, Balitoropsis zollingeri, Homaloptera orthogoniata y Sinogastromyzon wui; o la familia Gastromyzontidae, con especies como Gastromyzon punctulatus, Liniparhomaloptera disparis, o las del género Pseudogastromyzon, las hermosas Sewellia (S. breviventralis y S. lineolata); o la numerosa familia Nemacheilidae, con especies como Aborichthys elongatus, Acanthocobitis botia, Mesonoemacheilus triangularis, Micronemacheilus cruciatus, “Nemacheilus” corica, Nemacheilus fasciatus y el género Schistura. Sin embargo, curiosamente, la familia más popular y que mejor responde al nombre de Cobítido es la de los Botiidae, lo que popularmente se conoce como Botias.
Las Botias han sido unos peces muy populares durante muchos decenios, sobretodo la conocida botia payaso (Chromobotia macracantha). En los últimos años han pasado de clasificarse en un único género (Botia) a dividirse en ocho, y la subfamilia Botiinae ha pasado a ser la familia Botiidae.
Autores: Àngel Cánovas & Miles P. Hour
(lea el artículo completo en el Número 5 de la revista Rio Negro)