Expedición a Caño Bocón
“Todo tiene que ser traído vía aérea en el único vuelo semanal desde Bogotá y el billete para volar a Puerto Inirida cuesta más que cruzar el Atlántico, y el combustible también tiene que ser transportado en el avión, por lo que aquí éste cuesta cinco dólares por litro”, me explicó Ernesto, porque yo le había preguntado por qué todo es tan caro en este lugar …
Estábamos sentados en el único restaurante de Puerto Inirida, llamado California, ante el río Inírida. Ernesto, que había organizado el barco para que yo pudiera explorar el Caño Bocón, afluente izquierdo del Inírida, nos estaba diciendo que había llegado al lugar más caro de Colombia … Afortunadamente había invitado a mi amigo japonés Ito, así como a dos rusos, Vladimir y Artem de Moscú, lo que ayudó a compartir el coste de este caro viaje. Partiendom de la capital de Colombia, habíamos aterrizado esa misma tarde en la única pista de aterrizaje del Aeropuerto César Gaviria Trujillo (nombrado en honor a un expresidente colombiano). Mi plan era ir río arriba, a la mañana siguiente a las 7 AM. Ernesto se presentó a tiempo, pero dijo que primero necesitaba el pasaporte para obtener el SERPA, el permiso de viaje e investigación para todos nosotros. A las 8:45 fuimos a su encuentro en el puerto, pero hasta que el combustible, el aceite, el agua y los alimentos, así como nuestro equipo no se hubo cargado, completado el registro militar y policial y entregado el permiso ambiental, no fue hasta después de las 10:00 AM que partimos. Ernesto, cuya ocupación profesional son los peces ornamentales, principalmente cardenales y peces ángel “altum”, nos hizo de guía y Pedro, el dueño de los barcos, se hizo cargo de la embarcación y del motor fuera borda. Conocía cada piedra del río.
Remontar el río Inírida fue impresionante, muchos árboles de la densa selva primaria estaban en plena floración y señalaban el inicio de la temporada de lluvias con el aumento del nivel del agua. Este es el momento en que la mayoría de las especies de peces desovan, ya que las crías tendrán un montón de comida durante las crecidas del bosque inundado, en el que también se encontrarán protegidos de la mayoría de los depredadores. La naturaleza es fabulosa, casi el 90% de todos los árboles y arbustos que suministran más del 70% de la nutrición a los peces amazónicos florecen, tienen sus frutos y semillas durante el período de inundación, y los millones (biliones) de crías de peces tienen mucho que come…
Autor: J. Heiko Bleher. Traducción: Marc Puigcerver
(lea el artículo completo en el Número 5 de la revista Rio Negro)